viernes, setiembre 22, 2006

XV (CaBaLgaNdo)


paso al ruedo, voy de nuevo con la daga desprovista, hay un caballo que devuelve la visita, cada ciclo en que la luna roza el agua salpicada de su luz... cuántas veces caí, y el dolor quedaba adherido a los músculos de mi brazos, de mis piernas, de las manos cansadas de jalar de las cuerdas. Caí es cierto, pues es parte de un aprendizaje persistente, el éxito lo garantiza quien miente, se llenan los espacios y la vida se compacta en el aliento, el que desperdicio a medida que la cabalgata se hace rutina, no hay mejoría, es el peso de mi espalda lo que mata el balanceo, muchas penas alberga la entrada, no hay remedio si lo que se quiere es el olvido...

y cuando me econtré a punto de renunciar, al no encontrar salida, renegué de las tinieblas, decidí lanzar todo a la tierra, encuentro pistas en palabras pronunciadas con desdicha, con burla de sabihondo viejo zorro, y yo acepto las disculpas de caso... escudero fiel de mis ideas, has de venir para afinar la silla y las amarras, me das la armas que me conducirán a la victoria sobre este animal enigmático, me dices "anda, corre por encima de su orgullo, deja que el mal se propague, pues sabes que no es eterno... aunque puedas morir en el intento"

CABALGATA RECURRENTE ME HACE FUERTE EN EL CHANTAJE

me abalanzo a probar de nuevo, con la esperanza de no caer, las herraduras han cambiado, ya no son los fierros muertos que crujían al galope, los nudillos han robustecido, hay más fuerza en el andar, pero yo también he preparado una sorpresa, hoy cuento con el tiempo a mi favor, no hay por qué alarmarse, salgo, busco y decido, es un caballo necio el que persigo, una lucha cuerpo a cuerpo, ojos desorbitados que dominan, no me hace daño otra caída, aunque confieso que el camino se hace largo, saltar los charcos es un modo de ganarme su confianza, acoplarme a una vida sin sentido, fuera de contexto, en un mundo enajenado, no hay derecho... es un caballo herrante en la planicie, el horizonte se hace lejano, el sendero indica agotamiento, ya no hay agua que sacie sed de lo pasado. A fin de cuentas, me percato de algo: ya no caigo de la silla, he domesticado a la fiera, o es un trato que se negocia por lo bajo...

ALTER EGO