sábado, setiembre 15, 2007

XXXV (RenaceR)



(Una carta de perdón y explicación que no fue pedida... pero sí querida)

Ante quienes postren sus ojos en la tinta negra que mancha el papel frente a mis manos:
que el destino ha tenido a bien reunir, por causas no reveladas, para no dejar nada a la imaginación, tengo que deshacer el mal karma que dejó aquel rostro confundido por el velo de la ignorancia; y es que la inexperiencia le jugó una muy mala pasada, a pesar que no fue él quien terminó herido, sino ella: la aurora tímida, que dudaba en cubrir con su luz las manos amigas, quien se dejó llevar por la fantasía, por los sueños tibios de una primavera desteñida, quien voló alto sin pensar en la caída...

Tendré que confesar que son mis deseos los que matizan las letras, las ganas de curar la tristeza, de los olvidos propios en la historia de mi vida, fantasmas cautos que no perdonan todavía... habré de atormentar el recuerdo, para resucitar la sonrisa y liberar la mente de tanta idea sin salida, no pretendo ser juez que absuelva el delito, pero vengo aquí para acabar con lo inconcluso y dar paso a la restauración de la vida. Que el corazón pudo latir a ciegas, confundido por un rostro viejo conocido, que la aventura fue acabada antes de emprendida, por una frase repetida, despertando miedo y herejía: no se puede jugar con fuego entre la nieve derretida...

Creo con humana convicción que fue el destino autor de este episodio, medio para un fin que se avecina, una jugada magistral que por no terminar aún no puede ser vista, es menester de quienes fueron protagonistas, edificar los rumbos que de ahora en adelante tendrán que caminar, por senderos separados, con historias distintas, lejos de este momento podrán recordar, que lo que fue en un pasado confuso, mañana será pieza clave del futuro promisorio... pequeñas enseñanzas compartidas, males que producen bienes entre bambalinas, amores marchitos, amistades infinitas...


ALTER EGO