Cuentan los segundos que tictea el reloj frente a mí, cuentan para sí una historia monótona y sin fin, cuentan un recorrer cíclico con destino conocido, un trabajo inocuo para tanto tiempo desaparecido...
tras la cúpula de cristal en la que me encuentro recluido, busco pistas para entender las desavenencias que he sufrido, sin más que el recuerdo desprovisto de sensaciones, con esfuerzo parco logro reconstruir la mañana mía, la luz del alba que no vibra, el cielo gris que trae consigo el destello de un ahora sin salida...
vengan los estrépitos, en fila uno a uno conocerán mi mano derecha, estrecharán mi espalda fría, sonreirán mirando ojos repetidos, con voces a medias, respuestas para el júbilo convenido... y yo que no me quedo para la fiesta, vacilo en el instante póstumo, varío la estategia; huyo para volver cuando pueda, por cuanto he dejado aquí mis huellas, una deuda por saldar, con aliento retrasado llego a destino, una deuda que no tiene contraseña...
cristal ha de ser la cúpula, caverna y cueva es el sendero, espacio mío, con la cabeza dando vueltas sin respiro, armo el discurso imaginado, para la ceremonia que no habré de convocar, para tu risa con disfraz de venganza, para mi deuda con sangre en el camino... cambio días buenos por dinero, dejo las monedas en algún lugar del laberinto, reparto recuerdos con sonrisas nuevas, la satisfacción anónima para mi propio beneficio, el respeto manifiesto de tus noches entregadas, tantas ganas, tanto egoísmo...
nada es lo que parece, todo tiene un eslabón perdido, senda extraña que recorre mundos mágicos y gente vieja, príncipes psicóticos y reinas trasnochadas, sin descanso alguno guardo el tiempo que la imagen tuya me ha traido...
ALTER EGO