el ticteo robótico del reloj en la mesa de noche impide el sueño, el frío rodea mi rostro y lacera mi garganta, no hay palabras por pronunciar, pero el dolor contiene hasta el pensamiento...
busco alivio más allá de lo físico, recuerdo tras recuerdo acude en mi auxilio, entablando batalla con la frustración del día a día, sin más remedio que el retroceso, a paso lento, con la seguridad de la inminente derrota, trastabillar y caer...
suplicar? rendirse?... no esta vez, quizá nunca... siempre hay un después, fuerza desde la vulnerabilidad de la tristeza, del supuesto final, agarrotado, imaginando el final del día, un amanecer que demora en llegar, la luz que no aparece, el día que no llega; sólo queda esperar...
.
busco alivio más allá de lo físico, recuerdo tras recuerdo acude en mi auxilio, entablando batalla con la frustración del día a día, sin más remedio que el retroceso, a paso lento, con la seguridad de la inminente derrota, trastabillar y caer...
suplicar? rendirse?... no esta vez, quizá nunca... siempre hay un después, fuerza desde la vulnerabilidad de la tristeza, del supuesto final, agarrotado, imaginando el final del día, un amanecer que demora en llegar, la luz que no aparece, el día que no llega; sólo queda esperar...
.