es día de penitencia, aguardando la llegada de una noche etérea, la salida ansiada de este mar de calamidad, rompen las olas contra mi espalda demacrada, retumba en mi cabeza el ruido de una vida a duras penas, inactividad que prepondera, juicio nublado y marea alta con pronóstico de tempestad; hoy salgo a cazar un atisbo de esquiva humanidad...
el tiempo magulla el ansia de novedad, las piezas aún no son resueltas, mis manos se sienten ajenas, no concibo este espacio mío, hay más ruido del que quisiera percibir, todo es distinto, quizá un pedazo de tiempo se discurrió sin que me percatara del robo, del gasto inoportuno, y a pesar de la demora, me resulta angustiante despertar en un terreno poco conocido, con ventajas otorgadas y la necesidad de no detenerme para no perder el hilo de la conversación...
converso conmigo, con el reflejo en el espejo, me disgusto por ser yo quien deba dejar de lado el letargo de mi guarida, sucumbo ante la provocación debida, despierto los brazos para bregar contracorriente, y alzar el vuelo de esta tierra destruida, cataclismo interrumpido, malestar de bienvenida...
llegó a los dominios de lo imprevisto para dialogar con los ojos de fuego, ante miradas fugaces disimulo el rostro bajo el antifaz, me escondo de las voces repetidas, guardo en el desván mi identidad dormida... persigo con afán una fantasía, una idea que compré en otra vida, buscando espacio para respirar de ese veneno compartido, resuelto de envidia y enceguido por querer mirar en retrospectiva, tropiezo sobre mis pasos por entre la nada, tropiezo y me doy cuenta que he comprado engaños y mentiras...
recorro el laberinto de presencias perdidas, de trajes tentadores y piel deslucida, felicidad que no llega, sonrisas difusas y exabruptos por doquier, comienzos truncos y falsos finales de película, realidad por sobre todo, lágrimas que se confunden con el sudor de danzas frenéticas, de sinsabores por olvidar, de penas y tristezas únicas, miedos arraigados e ira contenida...
mis pasos se hacen cortos pues no hay mucho espacio para la iniciativa, recurro al veneno mío y en mis bocanadas éste forma figuras sin sentido: mucha imaginación y un poco de aburrido; reparo en las vidas fuera de mis manos que, por ahora, comparten el mismo destino, reluzco en mi naturaleza descuidada, anhelo lo que me cuesta tanto dejar, carezco de voluntad, me dejo llevar por el ímpetu de destacar, de cambiar todo sin desbaratar el nudo de mi dedos, pedir al cielo una señal sin salir a la calle para vereficar, quedándome inmóvil por no buscar la verdad, con la conformidad de haber pensado lo que nunca hubiera imaginado y nunca imaginaré por piedad, dejo de lado el ritmo monótono de los latidos fijos, confundo las ideas y regreso a la contemplación, a dejarme por volar hacia tu pupila, reconocer que no ando bien pues este veneno sigue recorriéndome con perspicacia, incidiendo sin descanso, pues no le permito dar siquiera un respiro, prefiero morir por mi propia mano, ansío desbaratar tanto vacío y desatino...
a oscuras, errando sin descanso, dejando siempres y mañanas truncos, días que no he de ver a través mío, noches de abandono, como esta que me cobija entre sus colmillos, preciso de veneno para seguir con vida, para matar la que no quiero y regalarme una mentira...
ALTER EGO
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el tiempo magulla el ansia de novedad, las piezas aún no son resueltas, mis manos se sienten ajenas, no concibo este espacio mío, hay más ruido del que quisiera percibir, todo es distinto, quizá un pedazo de tiempo se discurrió sin que me percatara del robo, del gasto inoportuno, y a pesar de la demora, me resulta angustiante despertar en un terreno poco conocido, con ventajas otorgadas y la necesidad de no detenerme para no perder el hilo de la conversación...
converso conmigo, con el reflejo en el espejo, me disgusto por ser yo quien deba dejar de lado el letargo de mi guarida, sucumbo ante la provocación debida, despierto los brazos para bregar contracorriente, y alzar el vuelo de esta tierra destruida, cataclismo interrumpido, malestar de bienvenida...
llegó a los dominios de lo imprevisto para dialogar con los ojos de fuego, ante miradas fugaces disimulo el rostro bajo el antifaz, me escondo de las voces repetidas, guardo en el desván mi identidad dormida... persigo con afán una fantasía, una idea que compré en otra vida, buscando espacio para respirar de ese veneno compartido, resuelto de envidia y enceguido por querer mirar en retrospectiva, tropiezo sobre mis pasos por entre la nada, tropiezo y me doy cuenta que he comprado engaños y mentiras...
recorro el laberinto de presencias perdidas, de trajes tentadores y piel deslucida, felicidad que no llega, sonrisas difusas y exabruptos por doquier, comienzos truncos y falsos finales de película, realidad por sobre todo, lágrimas que se confunden con el sudor de danzas frenéticas, de sinsabores por olvidar, de penas y tristezas únicas, miedos arraigados e ira contenida...
mis pasos se hacen cortos pues no hay mucho espacio para la iniciativa, recurro al veneno mío y en mis bocanadas éste forma figuras sin sentido: mucha imaginación y un poco de aburrido; reparo en las vidas fuera de mis manos que, por ahora, comparten el mismo destino, reluzco en mi naturaleza descuidada, anhelo lo que me cuesta tanto dejar, carezco de voluntad, me dejo llevar por el ímpetu de destacar, de cambiar todo sin desbaratar el nudo de mi dedos, pedir al cielo una señal sin salir a la calle para vereficar, quedándome inmóvil por no buscar la verdad, con la conformidad de haber pensado lo que nunca hubiera imaginado y nunca imaginaré por piedad, dejo de lado el ritmo monótono de los latidos fijos, confundo las ideas y regreso a la contemplación, a dejarme por volar hacia tu pupila, reconocer que no ando bien pues este veneno sigue recorriéndome con perspicacia, incidiendo sin descanso, pues no le permito dar siquiera un respiro, prefiero morir por mi propia mano, ansío desbaratar tanto vacío y desatino...
a oscuras, errando sin descanso, dejando siempres y mañanas truncos, días que no he de ver a través mío, noches de abandono, como esta que me cobija entre sus colmillos, preciso de veneno para seguir con vida, para matar la que no quiero y regalarme una mentira...
ALTER EGO